Cuando menos es más

By 29 febrero, 2016 Blog No Comments
Bruce Gilden por Anthony White

CUANDO MENOS ES MÁS.

No todos somos como Bruce Gilden, es más, creo que no son mucho los fotógrafos que trabajan como este hombre.

Para los que no lo conocen les recomiendo fervientemente que vean el documental “Everybody Street” en el que se refleja la visión del mundo y de la fotografía de algunos de los mejores fotógrafos callejeros norteamericanos de los últimos 40 años. Bruce trabaja con una cámara Leica en la que monta un angular, hasta ahí todo normal, lo extraordinario de este tipo es que en muchas ocasiones (por no decir siempre) a este equipo mínimo lo acompaña con un flash y una batería externa. El flash lo lleva cogido en la mano y lo coloca directamente sobre la cabeza de la persona a fotografiar, a la cual invade cual vikingo llegando a la costa de Wessex con ganas de fiesta después de días en ultramar, y la pinta de loco estrafalario no le libra que en más de una ocasión algún viandante se haya liado a mamporros al sentir invadida su intimidad, cosa que le suele molestar bastante porque el buen hombre SÓLO está haciendo una foto…

cosa que le suele molestar bastante porque el buen hombre SÓLO está haciendo una foto…

 

Bruce Gilden por J. Karanka.

Bruce Gilden por J. Karanka

Todos los fotógrafos tenemos en nuestra retina alguna imagen de Robert Doisneau o de Cartier Bresson

 

La fotografía callejera o Street photography tiene imán, al menos para mí. Todos los fotógrafos tenemos en nuestra retina alguna imagen de Robert Doisneau o de Cartier Bresson, en mi caso algunas de esas imágenes fueron el comienzo de mi interés por la fotografía, y siempre he perseguido poder acercarme a algo semejante, aunque siempre existía un “pero”, en mi caso venía impuesto por la propia cámara… patético sí, ya lo sé, pero el acercarme a una persona con una réflex en mano es algo que me supera, no soy tan vikingo… bueno es que no llego ni a neanderthal recolector… y es que no concibo la fotografía callejera si no es con una lente fija a caballo entre el 24 mm y el 50 mm.

Pasados los años es algo que se quedó en el tintero y tan sólo cuando realizaba fotografías en la calle con motivo de alguna fiesta o acto público era cuando ese velo de miedo se caía y podía disfrutar de esta modalidad de fotografía, pero claro, en mi fuero interno era como si estuviera haciendo trampas… no valía.

Hace unos años comenzaron a aparecer las Mirrorless, cámaras pequeñas pensadas para profesionales: Fuji presentaba su serie X, Olympus y Panasonic hacían lo mismo con sus Micro 4/3, Sony tres cuartos de los mismo pero llegando a Full frame. La calidad que ofrecen estas cámaras no tienen nada que envidiar a las tradicionales réflex, acercándose en muchos casos a calidades Full frame a pesar de ser formatos mucho más pequeños de los acostumbrados 24×36 (APS en el caso de Fuji y el nombrado micro 4/3 de Olympus o Panasonic). Sony abordó directamente el crear una cámara full frame con un cuerpo compacto aunque, eso sí, en un comienzo con precios muy cercanos a los de Leica, lo cual hace un poco complicado el tener una de esas cámaras para uso y disfrute personal y no profesional.

En esas estaba el mercado cuando me decido a adquirir una de ellas para llevar en los viajes, no me molaba nada irme de vacaciones con el equipo que usualmente empleo para trabajar, vamos que lo de poner el plato de lentejas en la bolsa de viaje era muy probable que me terminara pringando por no hablar del peso que supone.

La discreción del tamaño junto con la posibilidad de emplear cualquiera de las lentes que ya tengo hicieron que mi opción fuera por Fuji, concretamente la Fuji X-E2 y a día de hoy no puedo estar más feliz de la compra, es probablemente de las mejores decisiones que he tomado con respecto a cámaras.

El bautismo de la niña fue en una boda en La Palma, y la toma de contacto fue satisfactoria. Inmediatamente me trasladé a La Graciosa por vacaciones y allí fue el flechazo incondicional y el encuentro con ese mundo vedado hasta el momento: la fotografía callejera. De pronto es como si se hubiera caído una muralla y pudiera caminar por un terreno nuevo e inexplorado, disfruto como un enano haciendo fotografías, es mi patio de recreo, el reto cada vez que viajo. Como ya he comentado en una de las entradas de mi blog, es de una enorme satisfacción cuando luz, composición y motivo se aúnan en una imagen, a mi parecer, atractiva.

Loro Parque por Joaquín Ponce de León

Loro Parque por Joaquín Ponce de León

 

Fred Olsen por Joaquín Ponce de León

Fred Olsen por Joaquín Ponce de León.

 

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Joaquín Ponce de León Socio de Profocan www.joaquinponcedeleon.com